domingo, marzo 26, 2006

Tirar con honda (y III)

En el paréntesis de sequía que contaba en el anterior post he hecho bastantes cosas, y algunas se encuadran en historias que ya contaba en este blog. He tirado, por fin con honda, he continuado con mi guerra particular contra los bichos y por la portabilidad, y he visto alguna película que vale la pena.
Sobre la honda, decir que estuve un fin de semana en un pueblo de Guadalajara llamado Córcoles, que además de unas ruinas de un monasterio de las que flickr ya dará cuenta, se preserva (un no nativo y yo) la bella costumbre de tirar con honda.
Como se ve en las fotos, el foner (tomaremos el mallorquín a falta de un título en castellano) en esta ocasión usa una honda de trapo como la que ya apareció en este blog.

El pedrusco o meño a lanzar debe estar entre una pelota de golf o de tenis, lo más redondo posible.

El foner se coloca la honda en la mano derecha pasando la anilla por el dedo corazón y atrapando el extremo del nudo con los dedos índice y pulgar. Sobre la altura de la anilla, yo la apoyo en la segunda falange, aunque reconozco que al principio el dedo puede molestar un poco.
El pedrusco se coloca en su lugar, y puede balancearse más o menos con confianza que no se va a caer del columpio con facilidad.
Para lanzar probamos dos estilos, con el brazo por bajo y con el brazo por alto. Puede pensarse en el lanzamiento de jabalina 'español' y olímpico para visualizar la diferencia.

Con el brazo por bajo se consigue mayor alcance pero si la honda se libera muy tarde podemos lanzar la piedra practicamente hacia arriba, con el peligro que puede traer eso. Con el estilo 'oficial' los resultados no son aun muy brillantes pero mejorarán.
Con un par de bolsas de piedras (todo llega a escasear en una parcela cuando se necesita...) hemos conseguido practicamente duplicar las distancias obtenidas lanzando las piedras a mano, eso sí, pero con una precisión casi nula. En cuanto a la fuerza del proyectil, solo puedo decir que muchas de las piedras se rompen, cosas que no encuentro habitual tirándolas a mano.
Es preciso tener mucho sitio alrededor para poder tirar con confianza. Y por supuesto, ni niños ni casas ni nada parecido.
Como conclusión del informe, decir que si bien hemos dado un primer paso, hay mucho que perfeccionar, pero estamos ante un arma (entiéndase desde una perspectiva puramente deportiva, para lo otro ya hay demasiados pensadores) con muchas posibilidades de entretenimiento. No creo que sea posible llegar a igualar la puntería que proporciona un tirador de gomas o la simple mano, pero es algo que todo el mundo debería probar.

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2 comentarios:

D. Pío dijo...

Hombre, Pedro, "hondero", de toda la vida; antes que poner "foner" pon el derivado de "funda / ae". Uno también es informático (con otra carrera, pero la vida...) pero estas cosas ¡hasta los de ciencias!.
Majete el post. Por cierto: ¿y el I y el II? ¿cómo se llega?
Si no lo has hecho (supongo que sí), date una vuelta por http://slinging.org/articles.html

Pedro dijo...

Totalmente de acuerdo, Pío. La página que apuntas es estupenda, ya me veo haciendo otras hondas de materiales variados. Yo había pensado la tela de los vaqueros y cuerda de tender, pero veo que las alternativas son infinitas. Gracias.
Sobre los otros posts, mira
febrero . Un abrazo,