martes, marzo 13, 2007

El interior de los coches

Ultimamente he leído algún post relativo en el blog de Enrique Dans, pero me atrevo a decir que no copio puesto que el tema lo he tocado también en mis conversaciones. Cada vez es más difícil hablar de algo con tus amigos que no haya salido en un blog...

El tema es que se echa de menos en los coches, nuestra segunda casa, alguna posibilidad más de aparcar la tecnología que llevamos a cuestas. Habitualmente conduzco dos coches, separados por más de diez años de edad, y cuya diferencia tecnológica más notable es que uno lleva un cassette, y el otro un cd con mp3. Por lo demás, para meter cualquier otro gadchet tengo una ('1') toma de mechero (suena a chiste, como los ceniceros) que me da doce voltios de contínua capaces de tostar un pollo.
De vez en cuando los anuncios se descuelgan con alguna perla tecnológica como 'ahora bluetooth en toda la gama' o regalos explosivos similares. La racanería de electrónica en los coches no es nada nuevo: antes te daban el elevalunas eléctrico como un extra, como si diez ingenieros lo hubieran diseñado especialmente para tí.

Así tenemos que la lista de enchufables al coche parecen los adornos de una feria: un cargador de pda que nunca ha salido de la caja, un manos libres de 19€ (gracias Carrefour, ya no los hay en ninguna parte), un navegador Navman. Sumo el adaptador de cassette a mp3, el cargador de las baterías de aeromodelos del abuelo, un inflador de ruedas que me regalaron y no vale para nada, y seguro que me dejo algo. ACTUALIZACION: el mando del garaje, que no me hace falta tenerlo más que en el coche, y el propio extraible del radio cassette. Si no me llevo el salpicadero a casa sino que tengo una llave para el coche yo no se por qué me tengo que llevar el salpicadero (curioso nombre) de la radio.

En su día toqué en el trabajo temas de hosts embarcados en aviones y se planteaban problemas serios de vibración, de soportar los famosos 9g's de un impacto, inexplicables problemas de compatibilidad electromagnética, presurización de los discos duros y otros. Todo ello imagino que será aplicable en su medida a la electrónica del automóvil, lo que podría justificar la 'brevedad' de ésta. Sin embargo no parece tener mucho sentido en la electónica del usuario de cabina. Más bien la ausencia de cacharros o de conexiones para enchufarlos parece más una cuestión de tacañería o de 'pase por concesionario' si quiere más lucecitas.

A mí me gustaría que hubiera:
  • un host de viaje, con una pantalla táctil y bien integrada. Si quieres poner navegador, música o cine, un solo cacharro bien puesto y software.
  • al menos una entrada de audio o usb en el equipo de sonido, para enchufar un mp3 o una multibanda en el circuito.
  • una toma de corriente más humana. Un conversor dc/ac de hasta 150w vale menos de 60 euros y te da 'un enchufe' para un ordenador, el cargador del móvil o cualquier otra historia.
  • Ya puestos, usuaría el host para identificar al usuario (huella biométrica, pin, etc) en vez de las llaves, y tendría alguna capacidad de emitir una señal para abrir el garage, 'pitar' a otro coche sin hacer ruido, etc.

En fin, mientras los coches tengan más ceniceros que enchufes recomiendo hacerse rico y comprarse el gama alta con todos sus extras.

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