Y lo malo es que no soy el único, es que sucede en la mayoría de las clases en que no se toman medidas de presión.
Yo siempre he creido que la asistencia a clase debe ser algo voluntario, incentivado, pero no obligado. La libertad de acudir o no acudir, como la libertad de elegir profesores es la mejor prueba de calidad.
La clase no debe ser como el cine, el vamos a ver que echan, sino una reunión de alumnos con un profe para orientar el estudio o el trabajo práctico. Afortunadamente tenemos papel, libros e Internet, por lo que no es preciso que nadie te 'lea' los apuntes. Es mejor introducir un tema y resolver las dudas que vayan surgiendo. Todo esto es una opinión personal, fundamentada en la experiencia de mis años a los dos lados del pupitre, pero que tal vez tenga que revisar.
Hay varios factores que en mi opinión están llevando a este abandono de las aulas.
- Las distracciones. En la Edad Media, o incluso ahora en el tercer mundo, ir a una clase es probablemente lo más entretenido que sucede en el día. Sin embargo, en Occidente, los chicos y chicas tienen cosas mucho más entretenidad en que pensar que en los temas docentes. Viajes, deportes, televisión, amistad, amores, etc.
- Las entradas. Yo me confieso email adicto porque miro el correo de mis cuentas unas tres o cuatro veces al día, y el fin de semana me siento huérfano. El móvil puede decirse que lo tengo a raya, y no uso mensajería instantanea como el Messenger, GChat u otros. Una persona que tenga un aviso de correo cada diez minutos, una llamada o mensaje cada hora, y el Messenger en línea con diez amigos ociosos a la vez no puede nunca llegar a concentrarse. Hay estudios en esa línea que lo avalan.
- El programa de estudios. Mis chicos están más o menos de media matriculados en siete u ocho asignaturas por cuatrimestre. Al día tienen clase de cuatro o cinco cosas, a la semana un par de entregas de trabajos, y de media un examen. Esa dispersión hace que no puedan dedicar a una misma tarea ni siquera dos horas seguidas. Y eso, entre que el cerebro arranca y empieza a crear, demuestra que no se puede hacer nada.
- El programa de eventos. El último punto a tratar es el programa de eventos. Para una Universidad es importante que además de las clases de los profes de siempre haya eventos nuevos como charlas, visitas de empresas, debates, etc. Por otro lado es cierto que da una imagen bastante patética el hecho de que se organice una conferencia y la sala está vacía. Sin embargo el efecto contrario, vaciar las aulas de forma cuasi obligatoria para cualquier evento por muy tangencial que sea al programa de estudios, me parece igualmente desafortunado. Incentivemos la presencia en los actos, permitamos a todo el que quiera que acuda, pero por favor, la aspiradora no.
- No al fichaje en clase, sí al fichaje diario. En lugar de anotar religiosamente qué gente viene a qué horas, si es preciso controlar la asistencia establezcamos un punto fichaje en el vestíbulo y que cada cual organice su tiempo en la Universidad como mejor estime: clases, biblioteca, eventos, etc.
- Menos presentación de materia, menos trabajo en grupo no estructurado (todos contra todos o uno curra y los demás miran) y más autoestudio y tutoría. Hay poca gente y se la puede llevar de la mano.
- Y por último, menos messenger, y más amor en el mundo.
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1 comentario:
Pedro
como alguna vez ya hemos hablado, utiliza un blog para tu clase, que tus alumnos sigan el blog, que se genere discusión; vete creando enlaces en el lateral a cuestiones interesantes que sean útiles para todos los años. En definitiva, crea comunidad y que tus alumnos "fichen" en la web.
Esa es la clave.
Y por supuesto, en un blog diferente a pedrlog.
Haz la prueba, hazme caso: revoluciona la enseñanza, consigue un club de fans e ingresos extra por conferencias a las que te inviten...
Nestic
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