la aventura de sacar un DNI

Desde hace tiempo sigo casi a diario el blog de Martin Varsavsky en español. Son muchos los días que discrepo de las opiniones que sin pelos en la lengua escribe este señor en su blog, pero reconozco que su lectura es enriquecedora aunque solo sea por la internacionalidad y multiculturalidad que se escapa entre sus líneas.

Pues bien, recuerdo que hace tiempo vi un post en que narraba los problemas para hacer un documento de identidad a una de sus hijas, nacida en España aunque de padres argentino y no sé que más, y pensé: estos argentinos qué bien cuentan las historias... Confieso que pensé lo de qué exagerado, o es un caso raro, aunque tengo que pedir perdón por ello.



Yo conseguí ayer hacer el dni a mis hijos después de varios intentos. Hace dos veranos íbamos a ir a Canarias de vacaciones, y no se si por leyenda urbana o por qué pero se corrió la voz de que los niños que viajaran a las islas deberían llevar dni al igual que si fueran a un pais distinto. Así que rellené un bonito formulario de Internet para solicitar la partida de nacimiento de mis hijos, y recuerdo que para ganar tiempo consigné las opción de recoger en mano (la opción estaba en el formulario, no fue ninguna posdata ni similar).



Cuando mandé a uno de los abuelos a buscar las partidas amablemente (o no, lo ignoro) le indicaron que las solicitudes por Internet solo se contestaban por correo (ahora ya lo pone fuera, pero sigue la opción del formulario). Uno-cero para la burocracia. También mostraron al abuelo un recorte de periódico donde se decía que el dni no les hacía falta a los niños para ir a Canarias. Hubiera preferido que le mostraran un boe o un escrito, pero no olvidemos que la prensa es uno de los principales poderes del Estado (en la web Aena ni siquiera debíen tener el recorte...)

Como los correos llegan, las partidas mías llegaron también, así que con ellas, dos fotos y dos certificados de empadronamiento, que se saqué vía web con mi certificado digital, (y trece euros) fui a comisaría a hacer el papeleo. Dos-cero para la burocracia. Una de las partidas tiene mal el apellido. Lo primero que pensé es que lo habría tecleado yo mal en el formulario de Internet. Pero no, tengo un pantallazo de lo tecleado, y en algún punto del proceso alguien lee los datos que yo piqué en mi casa y los vuelve a picar, con sus arreglos, en otro ordenador.

Después de enviar la correspondiente sugerencia a la dirección indicada en formulario susodicho (y que aun no ha debido llegar a su destinodes desde el 2005)... ahora, en el 2007 me animo a repetir la aventura. Quiero hacer el dni a mis hijos!!

Pedí los papeles oportunos de nuevo, que esta vez llegaron sin errores, y repetí las fotos. Me encaminé una tarde a eso de las cuatro a una comisaría que anunciaba su horario de 9 a 5, y...tres-cero para la burocracia. Nueve a cinco es el horario que hace la gente que trabaja allí, pero eso no debe interpretarse como que uno llega en ese intervalo y su gestión vale para algo. Hacia el mediodía, cuando la cola de gente se hace notable, un trabajador sale con una lista de números y los reparte entre los presentes. De esta forma ellos evitan que a la hora de cierre siga habiendo gente por atender. El problema es que para el que va allí no sabe nunca si los números se repartirán a la una, a las tres, o a las cuatro. Es decir, nadie te puede quitar de tres horas de espera.

La cola del dni es una especie de conglomerado internacional de padres, niños, inmigrantes despistados, madres con sus bebés, etc. Universal. Dentro se hacinan en treinta metros de vestíbulo sesenta o setenta personas, y fuera la cola puede llegar a los cincuenta metros.

Los funcionarios que trabajan dentro tienen que aguantar además de la multitud en una oficina que se cae de vieja los malos humos y la falta de educación de algunas personas que vuelcan su ira con la persona de la ventanilla, como si fuera el responsable del desaguisado. Desinformación y sensación de perder el tiempo cunden a raudales entre los pacientes. Hay que llevar libro.

Pero mi historia tiene un capítulo final. Ayer, puente laboral en Madrid. llevé a mi hijo mayor a las nueve de la mañana, y a las once menos veinte ya tenía un resguardo para que en ventincinco días le den el carnet. Fueron hora y media de cola y diez minutos en los que el funcionario teclea todos los datos en su consola, recoge la firma y recoge la huella digital. Envalentonado con la experiencia, a las una repetí cola y a las tres un abuelo me bajó a mi otro hijo pequeño, así que las cuatro ya tenía otro carnet.

La conclusión es que el sistema funciona mal. Realmente mal. Entiendo perfectamente las colas kilométricas que se formaron cuando la regularización de trabajadores extranjeros el año pasado, entiendo el cabreo de la gente,y entiendo el cabreo de los operarios que trabajan allí. Por favor, arreglen el sistema ya!

PD. en la vida solo me han pedido el dni para entrar en aviones, hoteles y sitios oficiales. Nunca (al menos delante de mí) han comprobado los datos con algún fichero de malos.





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