Ultimamente me estoy aficcionando a este parque. Me pilla relativamente cerca y la oferta de ocio es variada: hay sol, hay sombra, hay gente jugando al futbol o al paddle, así que puedes mirar, hay gente corriendo o jugando al ping pong, hacia los que puedes sentir sana envidia, y si vas con críos puedes subirles a los columpios o ponerles a recoger piñones.
La variedad de pájaros y plantas, sin ser excesiva pero da para un rato de distracción. También hay bastantes perros sanotes y bien cuidados.
El otro día descubrí una vereda que por costumbre o pereza nunca había transitado, junto a la M30, y en ella aparecieron algunas setas. Ahora que los montes están llenos de buscadores de níscalos y setas de cardo me hizo ilusión a menos de cinco metros de la autopista de circunvalación de Madrid encontrar hongos con vida.
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