sábado, abril 26, 2008

software libre, pero ciencia de pago




(imagen enlazada del www.plos.org)

Hace tiempo leía una entrada en el Blog de Enrique Dans sobre los los artículos científicos en medicina y por qué hay que pagar por acceder a unos trabajos que en su mayoría se han elaborado con dinero público. Como ando metido en una investigación sobre literatura gris, y mi única universidad con la que tengo vínculo está a cuarenta kilómetros, me estoy dando de bruces con el problema. Tan solo puedo googlear las migajas de artículos que escapan a la pass del IEEE Explore y vecinos.

Para profanos explico que la producción literaria considerada 'de prestigio' en temas científicos está limitada a una serie de revistas, journals y colecciones que, no solamente no son gratuitas, sino que las suscripciones son demasiado costosas para muchas universidades y centros de enseñanza, por no hablar de particulares y empresas. Así nos encontramos de nuevo con el fenómeno de los mundos de Yuppie: los científicos publican en medios donde nadie los lee, y lo que las empresas y particulares leen carece de reconocimiento curricular.

Es como si un señor que hace música y quiere hacerse conocer enviara su disco a una compañía, si esta le acepta pagara un buen pico por su publicación, y si su disco se vendiera por un precio astronómico fuera del alcance de sus vecinos tampoco recibiera un duro, solo 'prestigio'.

-Fulano tiene un disco editado por X.
-Qué gran artista. Lo has oído??
-No, no puedo pagarlo, pero está teniendo mucho impacto.

Recuerdo cuando tuve que acreditarme en la ANECA y la ACAP (agencias nacional y autonómica de acreditación del profesorado universitario el valor en puntos que tenía el haber publicado en revistas con alto índice de impacto (que alguien me explique a quien impactan tanto), así como el tener registros de la propiedad intelectual y patentes. Esto da una pista de hacia donde debe orientar uno su carrera científica y docente: recibe subvenciones de tus vecinos, pero difunde tus resultados en foros VIP.

Hace veinte años, cuando publicar significaba poner en papel unos contenidos, y distribuirlos por correo, y almacenar quería decir una fila de bibliotecarios custodiando unos fondos, tenía cierto sentido el coste astronómico de la literatura gris. Pero ahora, dónde va el dinero que recauda? No tendría más sentido definir otros índices de impacto real de una publicación de una forma pública? Tiene sentido que un trabajo realizado con fondos públicos no esté al alcance del público?

Hay un movimiento alrededor del tema llamado open access, sobre el que ya os contaré algo cuando me lo lea. Saludetes.


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